Solo puedo decirte que gracias por haberme cambiado para aprender a querer. Gracias por haberte cruzado en mi camino, ahora suerte en el tuyo, y ahora que seas feliz, que dures a su lado, de verdad lo deseo, y si te veo por la calle, pues te prometo sonreírte, pero no te prometo hablarte, por miedo a derramar alguna lagrima en el intento, y no corras, ve despacio, tu destino eres tu mismo.
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