Y
de repente las ilusiones se esfuman, el calor del verano evapora los
momentos felices. Llega el momento en el que los besos ya no saben
iguales y el aroma de los abrazos sabe amargo y aunque quisieras
retroceder en el tiempo para cambiar justo el momento en el que todo
se destiñó de aquella forma te das cuenta de que aunque lo hicieras
ya nada sera lo mismo, porque la gente avanza, evoluciona y cambia.
domingo, 29 de septiembre de 2013
sábado, 8 de junio de 2013
Lo que le falta al tiempo.
Este texto repleto de palabras pertenece al libro "Lo que le falta al tiempo" de Ángela Becerra y me gustó tanto que pensé en incluirlo en mi blog. Espero que os guste.
Ahora
lo entendía.
Nadie
era dueño de nada, ni siquiera de sí mismo y, sin embargo, sin ser
dueño de nada terminaba arrastrando y haciéndose cargo de su falso
destino. Sintiéndose responsable de algo que de ninguna manera había
pedido: la vida. Cada decisión, un sí o un no dicho de prisa, lo
convertía en su propio carcelero. Dueño de esa nada que iba
aglutinando y se agarraba con uñas y dientes a un estúpido
concepto: la fantasía de ser. Un grano ínfimo convertido en una
gigantesca roca cargada de mierda. Cuanto más crecemos, más
encadenados. Cuanto más sabemos, más perdidos. Cuanto más tenemos,
más angustias. La gloria, un billete. El fracaso, otro. Si amas, la
prisión de sentir; si no amas, la de la soledad. Si deseas, el
infierno de poseer; si posees, el miedo a no saberlo conservar... o a
desear más y más. El hombre convertido en víctima de sus propios
espejismos.
Caminas
por la vida buscando adquirir experiencia, cuidando de no tropezar
con ninguna piedra que te lastime; convencido de que la sabiduría de
la adultez te protegerá de las equivocaciones. Y de pronto, aparece
de la nada un sueño. Y tú, que ya no crees en ellos, te agarras
desesperadamente a su cola tratando de que en su vuelo te eleve, y
así sentir por escasos segundos que estabas equivocado, que puede
ser verdad. Que puedes sobrevolar la plana realidad; que ese sueño
te ha rescatado de esa perfecta y estúpida muerte en vida que te ha
sido labrando año tras año. No, la ingenuidad no era sólo un mal
de juventud. Era la peor enfermedad de la vejez.
Aun recuerdo como comenzó el libro. Empecé a leerlo y me encanto, por su misterio, su intriga, y especialmente por sus palabras. Un gran libro que recomiendo a todo aquel que le gusten las historias en las que se mezcla la verdad y la ficción. Sería capaz de leerlo diez veces y aun tendría ganas de volver a leerlo. Te hechiza con sus palabras, con la historia. Comienzas a leer y ya no quieres parar, quieres continuar sin importar que sucede a tu alrededor, sin perder un segundo. Simplemente merece la pena.
martes, 4 de junio de 2013
Escrituras del pasado.
Me
dejé llevar por la pasión que desbordaba mi corazón, por tus
caricias escondidas y tus besos maliciosos. Me llevaste de la mano
como una niña, sin saber a donde iba, solo por amor te seguía. Ahora
entiendo el golpe de tus caricias, tus besos fríos también los
comprendo. Lo que no entiendo es porqué, porqué mentiste, si sabías
que yo te quería, porqué tu maldad, porqué conmigo. Porqué
fingías si tal vez me aborrecías. Tantas estrellas bajaste para
encerrarlas en un frasco de cristal. Mejor hubiera sido que un puñal
clavaras en mi corazón, que mil caricias y mil besos llenos de
mentira. Todo fue mentira, y me pregunto, si tal vez te vi, o tan
solo te soñé.
Quiero aclarar que esto lo escribí hace un tiempo pero no lo llegué a subir al blog por diversos motivos y subiré algunos más que tengo por ahí.
Pensar me hace mal.
Es difícil hacer entender al resto del mundo lo que te pasa o explicarle como te sientes cada segundo, cada momento, cada instante de tu vida. Habrá personas que les importa mas, otras que menos...pero aun así siempre habrá alguien que quiera saber como te sientes. Yo no se expresarme muy bien pero lo que siento ahora es miedo, demasiado miedo para ser verdad. Mi miedo no es a la oscuridad, ni a los animales, ni a mis padres...mi miedo es a perderle, no se si alguna vez habéis sentido que una persona te tiene en la palma de la mano, si la cierra te aplasta. Perderle a él sería lo peor que me podría pasar, perder lo que mas quiero y poco a poco me doy cuanta que lo estoy perdiendo. ¿A quién no le puede dar miedo? A veces me gustaría detener el tiempo y no pensar en estas cosas, olvidarme por unos instantes del resto de personas del mundo. A veces, solo quiero ser feliz.
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